¿Cómo presentar un gato a un niño? 7 consejos para padres
Ekaterina Kastritskaya, psicóloga, especialista en terapia animal, consultora sobre comportamiento y bienestar animal.
Muchos niños adoran a los animales, incluidos los gatos. ¿Cómo presentar un gato a un niño?
En la foto: una niña con un gatito. Foto: pxhere.com
Consejos para padres: cómo presentarle un gato a un niño
Para que el niño y el gato se comuniquen de manera segura, es necesario observar reglas simples pero muy importantes.
- Enseñar a un niño tomar un gato correctamente en las manos. Es importante mantener el ronroneo debajo de las patas traseras y debajo del cofre. No toque el estómago, ya que esta es un área muy sensible, y algunos gatos reaccionan al tocarlo con una técnica de protección reflexiva: agarran la mano con sus garras y se muerden los dientes.
- Enséñale a tu hijo lengua de gato. Los niños necesitan saber cuándo no vale la pena molestar a una mascota con manifestaciones de su amor (por ejemplo, si un gato mueve la cola o le agarra las orejas).
- No dejes que el bebé asuste al gato, abruptamente acercarse a ella o molestarla si come, duerme o decide retirarse a su refugio.
- No permita que su hijo toque los gatos de otras personas, incluidos los gatos sin hogar, ya que hablar con gatos desconocidos puede estar lleno de problemas. Esto no es necesario para formar una fobia, sino para establecer marcoeso protegerá al bebé de los problemas.
- Mejor no tomar en una familia con niños en edad preescolar, un gatito menor de 4 meses. Los gatitos pequeños son criaturas demasiado frágiles, y un niño menor de seis años no puede calcular la fuerza de su amor y lastimar accidentalmente a una mascota, e incluso en su presencia, simplemente no tendrá tiempo para intervenir.
- A veces, los padres, en un esfuerzo por hacer lo "mejor", estropean la actitud del niño hacia el gato, imponiendo al heredero los deberes excesivos de cuidar a la mascota. No cargar al niñopara lo cual no está listo! Los niños son olvidadizos y no pueden alimentar al gato a tiempo, dar agua o no limpiar la bandeja. El bolso será, en primer lugar, el ronroneo, que no tiene la culpa de nada. Puede pedirle a su hijo que lo ayude a cuidar a su gato, pero pregunte qué hará exactamente y controlará discretamente el resultado.
- Dé un ejemplo para su hijo actitud cuidadosa y cariñosa hacia el gato. Un buen ejemplo de adultos es mucho más visible y efectivo que los reproches y las instrucciones, y no causará hostilidad al ronroneo.
En la foto: un niño y un gato. Foto: pixabay.com
Los niños pequeños no son conscientes de lo amenazante que puede ser su comportamiento para un gato. Y, como regla, los niños en edad preescolar no pueden controlar suficientemente sus acciones, por lo tanto, cualquier comunicación entre el bebé y el gato debe ocurrir solo bajo la supervisión de adultos.
Y esto se aplica no solo a sus propios hijos, sino también a los invitados. Al final, incluso el gato más pacífico no puede contenerse cuando es arrastrado por la cola o tratando de sacar su ojo.
Deja Tu Comentario